Pues hay veces que nos dicen cosas que son verdades, pero que nos la dicen de una manera tan brutal y descarnada que nos ofenden hasta límites insospechados. En esos momentos, respira hondo y pasa.
¿Qué puedo decir de hoy?
Un día anodino, de esos de los que no tienes ganas de escribir. Salvo estudiar, no he hecho nada de provecho.
Y así, con una idea ligera en mente, me despido:
Un saludo,
y lo otro.
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